Poveglia es una de las múltiples islas situadas en la laguna de Venecia, en Italia, pero en lugar de ser un lugar de belleza y abundancia, la isla es una herida supurante en el inmenso océano, que además de ser considerado uno de los lugares más embrujados del planeta, también se le considera como uno de los sitios más malvados de la historia.
Los motes de La isla del no retorno, la Isla de los Muertos y la Isla de la Locura dan una idea de lo terrorífico del sitio. Hoy, a excepción de los agricultores de vid, casi nadie visita Poveglia, incluso los pescadores locales se alejan del sitio por temor a atrapar huesos humanos entre sus redes.
La oscura historia de la isla de Poveglia inicia durante la época romana, cuando fue utilizada para aislar a las víctimas de las plagas de la población general. Volvió a servir como ‘purgatorio’ terrenal cuando la Peste Negra azotó a toda Europa. Los muertos eran apilados en enormes fosas comunes y posteriormente enterrados o quemados.
A medida que la peste negra devastaba a la población, esta entró en pánico y era común que ante el menor síntoma de la enfermedad las personas fueran sacadas de sus hogares y llevadas hasta Poveglia en medio de pataleos, gritos y suplicios. Una vez ahí, eran arrojados sobre montones de cadáveres en descomposición y en llamas. Hombres, mujeres, niños… todos visitaban Poveglia para morir en agonía. Se estima que esta pequeña isla vio nada menos que 160,000 cuerpos durante este lapso.
De hecho, la isla se convirtió en una zona pútrida. El suelo del lugar combinado con los restos carbonizados de los cuerpos humanos arrojados ahí, creó una gruesa capa de ceniza pegajosa. El centro de la isla se compone, literalmente, de restos humanos que le dan a la isla la reputación de ‘detestable’, pero esto parece ser algo muy bueno para las siembras de vides que se plantan en el sitio. Piensa en esto la próxima vez que estés degustando un delicioso vino italiano.
Como si los sucesos de la historia no fueran lo suficientemente escalofriantes, se puso peor. En 1922, la isla se convirtió en el hogar de un hospital psiquiátrico con un campanario enorme y muy impresionante. Los pacientes del hospital de inmediato comenzaron a informar que veían los fantasmas de las víctimas de la peste en la isla y que por las noches se podían escuchar los lamentos y gemidos atormentados de los espíritus sufriendo. Debido a la clase de pacientes que había en el hospital, las autoridades del mismo las ignoraron.
Para añadir un poco más de angustia a esta isla que ahora servía como hospital, un médico decidió hacerse de reconocimiento por sí mismo, experimentando con sus pacientes de todas las maneras y formas posibles, con el fin de encontrar una cura para la locura. Lamentables lobotomías fueron realizadas a sus pacientes utilizando herramienta rudimentaria, como taladros de mano, cinceles y martillos. Incluso aquellos pacientes que no alcanzaban los cuidados ‘especializados’ del médico, eran llevados hasta la torre del campanario, donde fueron torturados y cometidos a una serie de horrores inhumanos.
Según las versiones populares, después de muchos años de llevar a cabo estos actos inmorales, el malvado doctor empezó a ver los espíritus torturados por la peste que abundaban por toda Poveglia. Se dice que estos fantasmas lo llevaron hasta la torre del campanario desde donde saltó (o fue arrojado) hasta caer en el piso. La caída no lo mató, de acuerdo con una enfermera que fue testigo del hecho, pero ella contó que mientras agonizaba en el suelo, retorciéndose de dolor, una neblina emergió de la tierra y lo estranguló
hasta la muerte.
Se rumorea que el alma en pena del médico está atrapada en la torres del campanario, desde dónde a veces se pueden escuchar los repiques de la campana inundando la isla. Después de este hecho, el hospital cerró.
Durante un tiempo el gobierno de Italia tuvo la propiedad de la isla, pero más tarde fue vendida. El dueño la abandonó en 1960 y fue el último ser humano en intentar vivir ahí. Recientemente una familia trató de comprar la isla para construir una casa de vacaciones, pero salieron la primera noche negándose a comentar lo que había sucedido. Lo único que se supo fue que el rostro de una de las hijas fue desgarrado y requirió de catorce puntos de sutura.
En la actualidad, Poveglia se encuentra deshabitada y el turismo está estrictamente prohibido en la isla. Ocasionalmente, las olas que rompen en el lugar llegan a descubrir osamentas humanas carbonizadas.
Varios psíquicos han visitado el hospital abandonado de la isla, pero todos ellos terminaron muertos de miedo por lo que ‘sintieron’ ahí. De vez en cuando, aventureros temerarios esquivan los controles de vigilancia para explorar la isla, pero todo el mundo que lo ha hecho se ha negado a regresar, argumentando que existe una atmósfera pesada de maldad y que los gritos y gemidos atormentados que permean la isla hacen insoportable permanecer ahí.
Un reportero en busca de lugares paranormales se adentró en la isla, dijo que inmediatamente después de entrar al hospital abandonado, una voz incorpórea les ordenó.: “Salgan inmediatamente y no vuelvan”.