martes, 8 de julio de 2014

lilith la madre de las bestias



La tradición ortodoxa dice que Eva fue la primera mujer de Adán y, por tanto, la madre de toda la humanidad. Su rol de mujer sumisa y procreadora lo perfeccionó, una vez fueron expulsados, Adán y ella, del Paraíso. 


No obstante, la creencia heterodoxa rebate este arraigado mito al introducir una figura transcendental: Lilith. Algunos textos defienden que ella fue la primera (y verdadera) mujer de Adán; pero que su carácter indómito obligó a Dios a recurrir a la costilla Adánica para modelar una mujer antagónica a ésta: Eva -aunque el éxito no fue total, reza el Génesis-. 

No obstante, el atractivo casi demoníaco de Lilith embriagaba la razón de Adán y acababa refugiado, casi todas las noches, en sus ardientes brazos. Condenada por su sexualidad, se la considera la “Reina de los Súcubos“, la “madre de los vampiros” y la mujer infértil. Los apelativos propios de una figura femenina independiente, escapista al código que regía la conducta de su época. Por tanto, la distorsionada imagen de este tipo de mujeres en los textos sagrados - consideradas impuras, herejes y brujas- influenció negativamente, durante siglos, en la historia de la mujer. 

La madre de los vampiros. Aparte de impura, se cree que Lilith es “la madre de los vampiros“. Según la tradición hebraica, no aceptaba mantenerse inmóvil bajo Adán por lo que, durante un acto sexual, huyó hacia el bosque transformándose en viento helado. 

Sola y repudiada por su esposo, desata el fuero reprimido de su interior. Decide vengarse asesinando bebés y alimentándose de su sangre. La cultura popular exigía que, para potenciar la fertilidad, la mujer debía permanecer bajo el hombre.

Lilith, se sobrentiende, no quería ser madre, no quería asumir su irrenunciable rol de mujer. Consciente de su fuerza y poder de seducción, lleva a cabo una macabra venganza: satisfacer su ilimitada sed de sangre.

Lugares Con historias de vampiros



Seguro que en más de una ocasión habéis leído alguna que otra historia de vampiros, ¿verdad?. Desde el Conde Drácula, en su vieja Transilvania, hasta la más reciente saga de Crepúsculo, así como los menos conocidos vampiros que habitan el barrio francés de Nueva Orleans en Estados Unidos. 


Y es que hay vampiros por todas partes…Quizás los primeros encuentros con vampiros que conozcamos tuvieran lugar en los densos bosques de la Transilvania, en Rumanía. El escritor Bram Stoker creó al Conde Drácula en 1897. 

A pesar de que este personaje saliera de la imaginación del escritor, tal vez se inspirara en la figura del príncipe rumano Vlad Tepes, más conocido como Vlad el Empalador, quien gobernó la Valaquia entre 1456 y 1462.

En Rumanía se puede hacer lo que se conoce como el tour de los vampiros. Nada mejor que visitar la ciudad de Brasov y el Castillo de Bran, o la Fortaleza Poenari, con vistas al río Arges, en las montañas de los Cárpatos, considerado el verdadero castillo de Drácula. Es una pena que apenas queden las ruinas y los 1.500 escalones que os llevan hasta él.

La ruta prosigue en la ciudad de Sghisoara, la ciudad medieval donde nació Vlad el Empalador. Sus calles empedradas y sus viejas iglesias os trasladan a la cuna de los vampiros. Resulta increíble visitarla cuando la cubre la niebla. 

De noche debe ser una ciudad aterradora. Una de mis ciudades soñadas es Nueva Orleans, en Estados Unidos. Desde 1880 hay noticias de la existencia de vampiros en esta ciudad, sobre todo en su viejo barrio francés. 

¿Habéis leído algunos de los libros de la saga de vampiros de la autora Anne Rice?. Porque precisamente el escenario de sus novelas es Nueva Orleans. Podéis hacer una ruta por el barrio francés, de hora y media de duración, en el que os llevarán a los lugares vampíricos de la ciudad.

Seguro que alguno de vosotros ha leído alguno de los libros de la saga Crepúsculo, ¿verdad?. Antes de su publicación, la ciudad de Forks, en Washington, era un lugar muy tranquilo. Sin embargo, cada vez son más los turistas que llegan aquí atraídos por los libros y las películas de vampiros.
Cualquiera de estos lugares vampíricos seguro que os llaman la atención.

El Espiritu Del Arbol - Leyenda De Africa



Según nos cuenta una antigua leyenda africana una joven muchacha quedó huérfana de madre, quedando al cargo de una madrastra posesiva y desprovista de afecto por ella. La joven iba cada día a visitar la tumba de su fallecida madre y pudo contemplar con el paso del tiempo como un árbol iba creciendo junto a su sepultura hasta alcanzar un tamaño considerable, para tiempo después comenzar a dar frutos. 


Un buen día mientras visitaba la tumba escuchó como el viento le susurraba entre las hojas, diciéndole que comiese los frutos que éste le ofrecía y que su madre seguía estando a su lado. Con sorpresa la muchacha comprobó que aquellos frutos poseían un sabor realmente delicioso, además de que atenuaban la pena que sentía por su madre, y así, tomó la costumbre de comer cada vez que visitaba la tumba. 

Pero su madrastra no veía con buenos ojos estas escapadas diarias, ni la afición de la joven por los frutos, así que encargó a su marido que terminase con el árbol. La muchacha, desolada, lloró amargamente por la pérdida del árbol que ella consideraba como una señal del espíritu de su madre, pero su pena no duró mucho ya que a los pocos días vio con sorpresa como una calabaza asomaba de la
tierra junto a la tumba. 

Dentro de esta calabaza encontró unas pocas gotas de un delicioso néctar, el cual resultó tener un sabor fuera de lo común y también las mismas propiedades balsámicas para su pena. Desgraciadamente su madrastra volvió a enterarse y de nuevo envió al padre, esta vez para cortar la calabaza.

Cuando la joven vio la calabaza destrozada comenzó a llorar con desesperación pero su llanto fue interrumpido por el sonido de un arroyo cercano, y fue hacia el lugar para beber un poco de agua, comprobando con sorpresa que era mucho más refrescante que el agua normal. La madrastra volvió a enviar a su marido para que cubriese el cauce del arroyo con tierra.

Al descubrir esta nueva acción de su madrastra la muchacha lloró durante largo rato por su desgracia, viendo como todo aquello que enviaba el espíritu de su madre se perdía por la envidia de su madrastra. Tras un largo rato de llantos se sobresaltó al ver un cazador salir de la espesura del bosque, quien al ver el tocón del árbol muerto cayó en la cuenta de que aquella madera parecía muy buena para hacer un arco y unas flechas. 

La joven le contó la historia del árbol y de su madre y luego le dio permiso para tomar la madera.
A su regreso a casa y prendada por la presencia del cazador, la joven habló con su padre y le pidió permiso para casarse, y éste le dio permiso pero a condición de que demostrase que era un gran cazador trayendo doce búfalos, los cuales serían usados para comer en la ceremonia de boda.

El cazador quedó aterrado ante esta petición ya que nunca había sido capaz de abatir a más de un búfalo, pero decidió probar suerte armado con su nuevo arco. Al poco tiempo de explorar tuvo la suerte de encontrarse con una manada de búfalos, y tras abatir al primero con una sola flecha disparó una segunda, y el segundo animal cayó también con facilidad.

Sorprendido ante la eficacia de aquellas flechas continuó disparando hasta abatir a doce búfalos antes de regresar a contar su hazaña. Así pudo la muchacha casarse y abandonar el hogar de sus padres, ante la sorprendida mirada de su madrastra

La Cabeza Engendrada En Una Tumba



Hay en el sur de Chipre un territorio completamente desolado que hace muchos años era fértil y próspero. En este paraje se alzaba una espléndida ciudad llamada Sietelías, y si algún día un viajero vuelve a pasar por allí tal vez pueda encontrar aún los restos semienterrados de sus magníficos edificios. 


Aunque será mejor que no se entretenga demasiado observándolos, pues el lugar está maldito y resulta, por tanto, poco recomendable permanecer en él. La culpa de su ruina la tuvo un joven enamorado de una dama hermosa y agradable, la cual murió de forma repentina poco antes de que él regresara de un viaje. 

Al enterarse de la muerte de su amada, casi enloqueció de dolor. Buscó el blanco sepulcro de mármol en el que la habían enterrado, lo abrió y se echó dentro con ella. Hasta la mañana siguiente no abandonó su compañía. 

Nueve meses después, el joven escuchó una voz atronadora que, sin embargo, no venía de ninguna parte, la cual le dijo: “Vete a la tumba de tu doncella, ábrela y mira lo que has engendrado”. El muchacho se apresuró a hacer lo que le ordenaba la voz, y, al abrir la tumba, vio cómo una cabeza monstruosa salía
volando de su interior. 

Era horrible y deforme y su sola visión resultaba dañina. La cabeza vagó por las calles de la ciudad y por sus alrededores, llevando la desolación a todos los lugares por los que pasaba, hasta que no quedó nada más que un abismo de tierra estéril.

Esta macabra leyenda medieval la recogió por vez primera el erudito inglés Walter Map. Aquí nos hemos basado en la versión que incluye Juan de Mandevilla en su Libro de las maravillas del mundo, libro de viajes imaginarios que durante mucho tiempo pasó por verídico.

El Submarino Maldito



Antes de ser inaugurado y puesto en servicio, el UB-65 -submarino militar, construido en Bélgica en 1916- ya se había cobrado una víctima durante su construcción. Una viga destinada a la eslora de cubierta había caído encima de un inocente, un simple obrero que desempeñaba su trabajo. Este artefacto diseñado para la 1ª Guerra Mundial, se cobró más vidas durante sus pruebas iniciales de navegación: tres tripulantes murieron asfixiados en la sala de máquinas.


Conscientes de que los marineros rechazarían la idea de tripularlo, el Almirantazgo ocultó los hechos y el submarino UB-65 entró en servicio. Un día, en alta mar, el capitán encargó a uno de sus hombres que revisara las escotillas.

Aunque las aguas estaban tranquilas, inexplicablemente, éste saltó por la borda y fue arrastrado por el enfurecido remolino de la nave. Para calmar a la tripulación, el capitán decidió cerrar dichas escotillas y sumergir el aparato 10 metros.

Empero, sin poder evitarlo, éste empezó a descender hasta el fondo del mar y allí permaneció durante 12 horas, filtrándose agua salada que ocasionó gases tóxicos en la sala de máquinas. Sorprendentemente, consiguieron escapar con vida.

Tras este incidente, se decidió llevar el submarino a Brujas para una revisión. En un principio, obtuvo un visto bueno pero, en pleno proceso, estalló uno de los torpedos provocando la muerte de seis hombres, entre ellos, el segundo oficial. 

Varios marineros juraron haberlo visto en la proa con los brazos abiertos… A pesar de todo lo acontecido, el UB-65 era una nave aprobada para navegar y acudió a un servicio en el estrecho de Dover. Los tripulantes seguían viendo a aquel fantasma y, día a día, decaía más la moral dentro del mismo. 

La Marina Imperial no sabía qué hacer para levantar los ánimos, así que solicitó la ayuda de un capellán, quien exorcizó el submarino. Poco tiempo duró la tranquilidad, ya que empezaron a ocurrir extrañas situaciones: el jefe de artillería enloqueció, otro se rompió la pierna e incluso un hombre se suicidó.
Mas seguro que el final de este maldito submarino trastornó el ánimo a más de un valeroso marino. 

Se dice que un submarino norteamericano, el L-2, se encontró al UB-65 por aguas irlandesas y creyó que estaba abandonado. Decidieron remolcarlo y cuando el capitán miró por el periscopio vio una extraña figura en la cubierta para, acto seguido, explotar todo el submarino hundiéndose en las profundidades del mar.
Quizás el UB-65 siga navegando eternamente por las profundidades de los océanos.

Cornudilla El pueblo maldito



En cualquier parte del mundo es posible encontrar restos de pueblos malditos, lugares encantados que arrastran numerosas historias llenas de escalofriantes misterios. España cuenta en su geografía con un gran número de aldeas, villas y pueblos que han pasado los últimos siglos descomponiéndose alejadas de los núcleos urbanos, encerrando entre sus muros cientos de recuerdos espeluznantes de los que poco o nada se sabe. 


Historias que no pueden contarse, generaciones enteras aterradas por los episodios vividos que intentan de alguna forma olvidar lo ocurrido utilizando una gran losa de silencio. La Cornudilla pertenece al término municipal de Requena, Valencia. Está emplazada entre dos pequeñas aldeas, Marcos y Ruices. 

El visitante que llega a esta villa encuentra edificios derruidos por el inevitable paso del tiempo. Ruinas
que apenas dejan ver una o dos construcciones enteras, del resto sólo quedan las tambaleantes estructuras.
En las afueras del lugar nuestros ojos se cruzan con una casa deteriorada pero presente, la cual se sustenta por dos muros entre los que se puede apreciar el interior de una antigua vivienda. 

Los lugareños de las inmediaciones la conocen como “la casa de los ruidos” y se antoja como un guardián de piedra que vigila atentamente los movimientos de todo visitante. 

Los protagonistas directos de los episodios acontecidos en la villa incluso a día de hoy sienten miedo al recordar lo ocurrido. El miedo es infranqueable, pero el legado de estas historias contadas en íntimas reuniones surge de vez en cuando a la luz, dejando testimonios cuanto menos escalofriantes que coinciden en un hilo argumental claro.

Nos situamos a mediados de los años 50. En Cornudilla durante esa época comenzaron las apariciones de lo que los lugareños llaman “duendes”, esta denominación era una forma de poner cara a los episodios extraños que tuvieron que vivir por esos años. 

Sucesos paranormales en todas las casas de la villa tales como murmullos en la noche, fantasmagóricas sombras errantes y ruidos de gran magnitud sin procedencia aparente. En resumen, una serie de señales
que indicaban claramente que algo raro estaba sucediendo. El pueblo entero comenzó a hablar por lo bajo en las calle que indicaban claramente que algo raro estaba sucediendo. 

El pueblo entero comenzó a hablar por lo bajo en las calles, vecinos y amigos cotejaron sus vivencias dándose cuenta de que no eran los únicos que estaban experimentando las perturbadoras visitas nocturnas.
Tras un tiempo de insomnio por culpa de tales episodios los ruidos desaparecieron misteriosamente en todas las casas de la villa, en todas a excepción de una, “la casa de los ruidos”. 

Al parecer, los habitantes de este lugar contaban como por la noche se seguían escuchando ruidos que procedían del pozo interior de la casa, lamentos, lloros y desgarradores chillidos que atormentaban la vida de los que allí residían. Además eran bastante frecuentes los poltergeist en los que diferentes objetos eran lanzados por fuerzas ocultas en el interior del domicilio.

Con el paso del tiempo la vida en esa casa se hizo totalmente inviable. Por tanto la familia que allí residía decidió marcharse a otro pueblo cercano. Muchos de los vecinos siguieron los pasos de esta familia. Finalmente, los habitantes que quedaban fueron abandonando la villa poco a poco por motivos económicos (para buscar una mayor proyección económica) dejando el lugar totalmente desierto a merced del tiempo y del olvido.