Las Cataratas Victoria, son el espectacular salto de agua del río Zambeze, situado en la frontera de Zambia y Zimbabue. Son famosas por su fuerza y el extraordinario contraste entre su anchura superior y el estrecho abismo por el que cae el agua.
Su caudal es extraordinario, miden 1,7 km de ancho y 108 m de alto y arroja más de 546 millones de metros cúbicos de agua por minuto. Con semejante fuerza, ¿quién es el loco que se atrevería a bañarse en ellas?
Sólo los aventureros y amantes de la adrenalina, tienen las agallas suficientes parabañarse al filo del abismo.
La Piscina del Diablo es una pared de roca natural, que permite a los turistas más atrevidos darse un emocionante chapuzón en el mismo borde del acantilado, a 103 metros de altura, muy cerca de la caída de las Cataratas Victoria.
No es la piscina más grande del mundo, pero sí una de las más peligrosas. De hecho, es doblemente peligrosa, primero por el abismo y en segundo lugar porque en cuestión de minutos, el caudal puede subir hasta un metro, con lo que se aumenta el riesgo de caer.
Para disfrutar de ellas con cierta seguridad, sólo se autoriza el baño entre los meses de septiembre y diciembre, ya que es la época en la que el caudal presenta los niveles más bajos de agua y no es tan peligroso.
Para acceder a la piscina debes dirigirte hasta la isla Livingstone, en la que podrás comprar tu entrada por sólo cinco libras esterlinas. La entrada incluye los servicios de un guía que supervisará tu baño y te dará las instrucciones necesarias para disfrutar de forma segura.
Eres responsable de ti mismo y de tu seguridad.
Pese a la presencia de los guías, muchos turistas subestiman el peligro y no hacen caso a las recomendaciones de seguridad, por lo que se han registrado algunas muertes. Por ello, antes de ingresar al recinto deberás firmar un contrato que exime a la empresa de cualquier tipo de responsabilidad por accidente.
Los turistas que han disfrutado de un exótico baño en la “Piscina del Diablo”, dicen que sacar la mitad del cuerpo sobre el abismo es comparable con volar y una autentica inyección de adrenalina.
Puede que te hayas bañado en muchas piscinas a lo largo de tu vida, pero una cosa es segura, ninguna se parece a ésta.
FUENTE: http://www.enteratedealgo.es/
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