Si bien hace ya un buen tiempo que nuestra especie habita este planeta, lo hemos poblado casi que por cada rincón, lo hemos estudiado durante miles de años y hemos desarrollado toda clase de conocimientos sobre su funcionamiento, aún queda muchísimo por descubrir, mucho por resolver.
En el día de hoy, quiero invitarte a realizar un recorrido especial en el que veremos los 5 misterios más grandes del planeta que, pese a las numerosas investigaciones y teorías desarrolladas, aún no hemos podido esclarecer.
1. De dónde surgió tanta cantidad de oxígeno de la Tierra
El verdadero origen de todo el oxígeno que hay en la Tierra y nos permite vivir aún es un misterio sin resolver. Lo que sí sabemos es que prácticamente le debemos nuestra existencia a macroscópicas cianobacterias, quienes fueron de enorme ayuda en la radical transformación de la atmósfera de la Tierra. Estás bombearon oxígeno como desecho y llenaron los cielos de este elemento hace unos 2400 millones de años. Pero el estudio de rocas muy antiguas reveló que los niveles de oxígeno descendieron y bajaron de un extremo al otro durante un largo tiempo, hasta que creció enormemente y se estabilizó, quedándose allí, aproximadamente unos 450 millones de años atrás. La razón es un misterio.
Bien, eso es todo por esta vez. Muy interesante, ¿no es así? ¿Qué opinión te merece? Anímate y déjanos tus teorías o suposiciones en nuestra sección de comentarios.
2. Cuál fue el verdadero origen de la vida en la Tierra
Este cuestionamiento tiene muchísimas más teorías e hipótesis aún. En la antigüedad, el pensamiento arcaico formuló teorías creacionistas que se convirtieron en religiones, pero conforme el avance de las civilizaciones y el desarrollo del pensamiento científico, crítico y reflexivo, otras teorías surgieron. Hoy en día, si bien muchas historias creacionistas se mantienen en pie, la teoría más lógica y mejor fundamentada sugiere que la vida en la Tierra surgió con impactos de meteoritos que llegaron de distintos rincones del Universo para dar con el planeta. Las vitaminas básicas y esenciales, así como los aminoácidos y los diferentes elementos químicos que constituyen los organismos vivos se han podido reconocer en meteoritos, por lo cual no es para nada ilógico pensar que la vida en la Tierra llegó en realidad desde algún otro rincón del espacio. Como lo dice el gran Neil DeGrasse, todos estamos hechos de estrellas, toda la vida está hecha de materia estelar.
3. Si alguna vez lograremos predecir un terremoto
Si bien, gracias a los científicos, tenemos ciertos modelos estadísticos, matemáticos y de probabilidad, similares, aunque mucho menos efectivos, que los que por ejemplo se utilizan en la meteorología y la predicción del clima, que pueden dar algunas indicios: no existe todavía una forma de predecir cuándo va a ocurrir un terremoto. Desde distintas ramas de las ciencias se ha intentado todo lo posible e incluso el experimento más importante y prometedor, desarrollado por geólogos, físicos, geógrafos y numerosos expertos durante 12 años seguidos, tuvo resultados negativos y todavía no sabemos si alguna vez lograremos predecir terremotos.
4. Cómo llegó la Luna a donde está
Tal como lo hemos visto en numerosas oportunidades, muchas son las teorías acerca de cómo se formó la Luna realmente y por qué se encuentra en su ubicación. Las 5 teorías más importantes son la de captura, fisión, la de co-formación lunar, colisiones planetesimales y la del gran impacto, sin embargo, aunque unas tienen más fundamentos que otras, ninguna deja de ser una teoría. Aún hoy, no existe un consenso científico universal que logre cumplir con todas las interrogantes sobre la formación y ubicación de nuestro preciado satélite natural.
5. Lo que realmente hay debajo, en el núcleo
Lo que hay debajo de todos nosotros, oculto a kilómetros y kilómetros de la superficie, ha intrigado a la humanidad desde siempre, especialmente a los científicos, claro. En la década de los 40 se creía que este misterio estaba resuelto: en el centro había minerales esenciales, suponiendo que, por ejemplo, el hierro y el níquel ausente en la corteza terrestre debía encontrarse en el núcleo. Mediciones de gravedad una década más tarde demostraron que estas estimaciones eran erróneas. Aún hoy, todo se trata de suposiciones, teorías y estimaciones; los científicos trabajan intensamente por descubrir qué elementos son los que representan el déficit de densidad allí abajo o una explicación a las inversiones periódicas en el campo magnético de la Tierra generadas por el hierro líquido que fluye del núcleo externo.
Fuente: https://www.blogger.com
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