viernes, 5 de septiembre de 2014

La desconcertante historia de los gigantescos hombres pelirrojos



En la primera década del siglo pasado, en una cueva en las cercanías de Reno se encontraron algunas osamentas de hombres que medían casi tres metros.... 




La historia a veces nos depara hallazgos sorprendentes e inexplicables, que harían dudar al investigador más escéptico... Uno de los casos más Enigmáticos y Misteriosos, pero además poco conocidos es este... el de las momias de tres metros y pelo rojo halladas en el Estado de Nevada.

Sucedió en 1911, en la cueva Lovelock, cerca de Reno (Nevada, USA). Allí fueron encontrados 60 cuerpos, la mayoría de ellos momificados, y gran cantidad de objetos, como esculturas, cesteria y hasta señuelos para cazar patos, que son considerados de los más antiguos hallados en el Nuevo Mundo. Pero con independencia de la importancia de los objetos, lo realmente extraño eran las características de los restos humanos, de unos 2,5 metros de altura. Auténticos gigantes, y algunos de ellos llegaban incluso a los 3 metros. Y además... tenían el pelo rojo, gigantes pelirrojos que vivieron hace no se sabe cuánto... en lo que hoy es el Centro Oeste de los Estados Unidos.

La comunidad científica de la época (recuérdese que estamos hablando de principios del siglo pasado), quizá sobrepasada por la magnitud del hallazgo, acabó por quitarle importancia a esos restos humanos, y muchos fueron enterrados incluso por los propios mineros locales. Sin embargo, los indios nativos de la zona, los Paiutes o Piutes, sí que conocían de la existencia de estos seres, a través de las leyendas transmitidas oralmente de generación en generación...

Cuentan que ellos mismos mantuvieron durísimas batallas desde tiempos inmemoriales con unos gigantes blancos que vivían en esa zona. Los Paiutes llamaban a este pueblo “Si-Te-Cah”, era un pueblo guerrero y casi imposible de derrotar. Además, aseguraban que estos gigantes eran caníbales. Por este motivo, se unieron varias tribus indias para luchar contra ellos. Se cuenta que la guerra pudo durar unos mil años, y durante la batalla, los Paiutes y sus aliados acabaron con casi todos los gigantes, excepto unos pocos, que se refugiaron en una cueva (la cueva de Lovelock).

Tras rodearlos y cercarlos, los indios apilaron matorrales en la entrada de la cueva y les prendieron fuego. Acabaron con la vida de  los gigantes que intentaban salir de la cueva, y los que permanecieron dentro murieron asfixiados. Muchos siglos más tarde, en 1911, una empresa que recogía el guano de los murciélagos en la cueva acabó hallando utensilios y restos humanos. También aparecieron flechas rotas, que pudieron haber sido disparadas desde el exterior de la cueva. Entre los objetos encontrados, había una piedra con forma de dona, y que tenía 365 muescas en el exterior (probablemente para indicar los días del año), y 52 muescas interiores (las semanas).

En algunos textos se asegura que estos restos tienen más de 4.000 años... sorprendente, sin duda. Otro objeto que destaca es una honda realizada en tejido vegetal, y que se encontraba junto a una momia de 6 años. Ha sido datada alrededor del año 1222 a.C. Más datos sorprendentes: tras comparar la mandíbula de uno de esos gigantes con la de un adulto actual... se comprobó que el tamaño era mucho mayor. De hecho, los dientes del supuesto gigante eran casi el doble de tamaño que los de un hombre de hoy en día. Pero no acaban aquí los misterios... ni los hallazgos. En 1931 se encontraron dos esqueletos en el Lago Humboldt, cerca de Lovelock.

Uno de ellos medía 2,50 metros y el otro... 3 metros de altura. En 1939 apareció otro esqueleto en una zona próxima... aunque “sólo” media 2,30 metros. Sarah Winnemucca, hija de un jefe Paiute, publicó en 1883 un libro en donde contaba muchas más cosas de la tribu de los gigantes, en donde según contaban los ancianos de su tribu, los gigantes llegaron en un barco cuando esa zona era parte de un mar exterior. Eran unos 2600, de una raza diferente, hablaban una lengua también diferente”, y mantuvieron una larga guerra con su pueblo. ¿De dónde procedían realmente estos gigantes? ¿Por qué no se sabe nada más de ellos? ¿Hubo alguna vez una raza así en algún lugar del mundo? Probablemente nunca se llegue a saber y por eso este seguirá siendo uno de los muchos casos que ingresan al arcón de los Enigmas y Misterios que la humanidad tiene!

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